Técnica para encender fuego

Técnica para encender fuego

Para cualquiera que pase más de unas pocas horas al aire libre, el fuego se convierte en una de las herramientas más importantes para que tu tiempo sea seguro y cómodo. Te permite cocinar alimentos, purificar agua y proporciona calor. Claro, una pequeña estufa de mochilero maneja fácilmente las dos primeras opciones, y algunos fósforos o un encendedor pueden ayudarte a comenzar rápidamente una fogata, pero el propósito de este artículo es explorar los métodos de preparación de fuego controlado en el bosque o en tus aventuras, para aquellos que deseen una experiencia más tradicional al aire libre. Dicho esto, no abordaremos las técnicas primitivas de encendido de fuego (como el taladro de arco) en este momento, sino que analizaremos un método que sea fácil de aprender para las personas si recién están comenzando.


Foto cortesía de Jesse Males, Backwater Fly Fishing


Por mucho, la herramienta más popular para iniciar fuego es la varilla de ferrocerio. Estos son producidos por muchas compañías diferentes y probablemente se encuentren entre las herramientas más fáciles de encontrar en tu tienda local de outdoors. Un kit generalmente consiste en una barra de ferro con mango y una pieza plana de metal que puede golpearse contra la barra de ferro para producir una lluvia de chispas. Una variación popular de esto es la barra de magnesio, que tiene una barra de ferro unida al costado de una barra rectangular de magnesio (de la cual se raspan pequeñas tiras de magnesio para ayudar a encender tu yesca).


Una vez que tengás una barra de ferro, necesitás yesca para ayudar a encender tu fuego. Hay muchas opciones de yesca natural para recolectar cuando estás al aire libre. Buscá cualquier material muerto que (preferiblemente) no toque el suelo para que esté más seco. Se puede utilizar zacate muerto para encender la llama, mientras que un árbol caído y muerto puede proporcionar todo lo que necesitás, desde hojas secas y pequeñas ramitas para iniciar el fuego, hasta las ramas más grandes que vas a necesitar para mantener el fuego. Si hay palmeras alrededor, podés usar hojas de palma viejas y secas que se han caído de los árboles y las cáscaras de los cocos viejos se pueden desmenuzar para crear una excelente yesca.


Simplemente juntá tu pequeña bola de yesca y sacá chispa de tu barra de ferro encima de ella para crear una lluvia de chispas que enciendan las piezas más pequeñas de yesca. Al mover aire (y, por defecto, oxígeno) a través de las brasas iniciales encendidas, al soplar ligeramente en la yesca, podés ayudar a que las llamas se enciendan con más fuerza. Asegurate de haber preparado suficiente material para tu yesca y madera ANTES de comenzar el fuego. No querés estar corriendo recolectando material mientras intentás alimentar tu pequeño fuego al mismo tiempo. A medida que tu material más pequeño se enciende, agregá piezas de madera cada vez más grandes.


Dependiendo de dónde te encontrés, también podés utilizar materiales de árboles vivos para ayudar a iniciar tu fogata. Muchos tipos de palmeras tienen material inflamable que podés arrancar (sin dañar el árbol) de las bases de las hojas de palma donde se encuentran con el tronco. Del mismo modo, algunas especies de árboles filtran resina a través de su corteza que se puede recolectar y agregar a tu colección de yesca para realmente ayudar a encender tu fuego. Es útil saber qué tipos de árboles y arbustos hay en el área, pero incluso si estás en un lugar nuevo, tan solo tomarte el tiempo de observar la zona que te rodea y usar tu conocimiento de los signos que indican una buena yesca, te dará una buena ayuda. No cortés árboles vivos, ya que siempre se debe tratar de dejar el menor efecto duradero posible en el medio ambiente, y, de todas formas, la madera de un árbol recién cortado está llena de humedad y no se quemará bien.


Durante la temporada lluviosa en Costa Rica, puede ser más difícil encontrar material seco de yesca en el exterior, por lo que es posible que lo mejor sea salir de tu casa con algo de yesca de respaldo, en caso de que no podás encontrar material adecuadamente seco donde sea que estés caminando o acampando. Podés encontrar bolas de algodón, vaselina, bálsamo labial y gel desinfectante para manos a base de alcohol en casi cualquier farmacia. Simplemente empapá las bolas de algodón con cualquiera de los otros tres elementos y tendrás una pieza de yesca fácil de hacer que se encenderá casi siempre. Como alternativa, podés comprar un trozo de cuerda de yute, hecha de fibras naturales, en la mayoría de las ferreterías. Esta cuerda se puede triturar para hacer un material similar a un nido y luego simplemente aplicar un poco de bálsamo labial a base de petróleo en las fibras para crear una yesca que arderá durante bastante tiempo. Eso sí, tomá en cuenta que estas opciones de yesca casera deben mantenerse en un pequeño recipiente hermético, para no hacer un desastre en tu mochila.



Una herramienta tan útil como el fuego, también puede ser peligrosa si se maneja de manera incorrecta. Siempre considerá tu entorno antes de comenzar una fogata. Si estás en un área extremadamente seca y es un día muy ventoso, es posible que sea mejor evitar encender un fuego en esa situación, ya que una chispa o ascua que flota en la brisa podría provocar un incendio donde no es deseado. Asegurate de estar a cierta distancia adecuada del sendero, para no molestar otras personas que podrían andar caminando también por la zona. Intentá contener la fogata con rocas y cuando hayás terminado, siempre asegurate de de inundarla completamente con agua para estar seguros de que no quedan brasas encendidas. Finalmente, es bueno deshacer los aros de roca u otras estructuras que hayás construido y dispersar las cenizas alrededor del área. Intentá dejar el menor rastro posible.


Estas son solo algunas ideas para iniciar un fuego cuando andás paseando al aire libre y los métodos que usés podrían variar según el lugar donde vayás. Con la práctica, vas a ir descubriendo qué funciona mejor para vos y la confianza en saber que podés crear una fogata cuando sea necesario solo aumentará tu disfrute del aire libre.


Fotos cortesía de Jesse Males, Backwater Fly Fishing