Cómo escoger mochilas de hidratación

Cómo escoger mochilas de hidratación

Las mochilas con sistemas de hidratación tienen varias ventajas, desde ofrecerte comodidad y estabilidad en tus aventuras, hasta brindarte un fácil acceso al agua sin tener que detener tu actividad por completo para alcanzarla. Pero no todas las mochilas estás diseñadas para un mismo propósito, por eso acá te dejamos una pequeña guía para que podás elegir la que mejor encaje con las funciones que le querás dar.

Primero que todo tenés que determinar el uso, ya sea para senderismo, ciclismo, correr o mochilear.

Para Ciclismo: Lo ideal es buscar una mochila con un volumen bajo, por ejemplo, de 3, 5 o 10 litros, dependiendo de que tanto equipo necesités llevar. Esto para evitar cargas extras e incomodidad, incluso podés encontrar mochilas diseñadas específicamente para esta tarea. Si preferís ciclismo de montaña, podés optar por una un poco más grande ya que posiblemente sea buena idea llevar algunas herramientas para la bicicleta, además de tus objetos personales como llaves y teléfono, o más pequeña si preferís ciclismo de velocidad.

Para Correr: En caso de que seás más de correr, podés optar por una riñonera, un chaleco, o bien, una mochila para correr. Estas, al igual que las de ciclismo, son mejores en perfiles bajos. El chaleco está diseñado para ajustarse de forma ideal a tu cuerpo, tiene varios bolsillos y algunos cuentan con espacios específicos para llevar botellas; en cuanto a la mochila, esta es bastante parecida a una mochila que llevarías simplemente a tus días de senderismo, pero con la ventaja de que son especificas para correr, muchas cuentan con cinturón lumbar, y suelen tener más espacio de almacenamiento que los chalecos.

Para Mochilear y Senderismo: El tamaño va a depender completamente de cuanto equipo vas a necesitar, esto puede ir desde los 10 a 30 litros que son más para senderismo de un día, o bien podés incluso elegir una opción de 50 o hasta 80 litros si decidís mochilear. En muchos casos algunas mochilas ya vienen con la bolsa de hidratación incluída, lo que resulta más fácil, ya que desde el principio tenés idea de la capacidad. En caso de que elijás la mochila sin la bolsa, siempre tenés la ventaja de poder agregársela si la mochila cuenta con el espacio especifico para esta.

 


Capacidad de la bolsa de hidratación: De 0.5 a 1.5 litros son ideales para correr o hacer ciclismo, ya que no son muy grandes, pero tienen la capacidad necesaria para suplirte bien de agua. De 1.5 a 3 litros son más para cuando querés mochilear o hacer senderismo. Recordá que la bolsa no siempre tiene que estar completamente llena y que podés variar la cantidad de agua dependiendo de que tan sediento(a) solés ser, de qué tanto tiempo vas a durar en el recorrido y si querés podés parar a llenarla de agua nuevamente. Tené presente que al igual que el tamaño de la mochila, no porque elijás una más grande será la mejor opción y considerá que el agua es posiblemente de lo que más te va a pesar en todo el equipaje.

  

Capacidad de la mochila: A la hora de escoger el tamaño podés hacer una lista mental de las cosas que tenés que llevar (barritas de comida, jacket para la lluvia, celular, herramientas, ropa, etc.). También depende de la actividad y de tus necesidades, no querés llevar una mochila de 60 litros para solo un par de horas en el sendero, o por supuesto, no querés llevar una mochila muy pequeña para un día más largo. Analizá cual opción es más cómoda y que se acopla mejor a tu actividad.

Limpieza: Para limpiar tu bolsa de hidratación podés encontrar kits específicos, pastillas de limpieza, o podés limpiarla con métodos más caseros, por ejemplo, lavarla con agua y limón. Incluso podés agregar una cantidad pequeña de bicarbonato de sodio, esto te va a ayudar a mantenerla libre de olor y limpia. Es importante respetar el tipo de líquidos que pongás en la bolsa, ya que no está diseñada para todos y muchos pueden producir hongos y bacterias. En la mayoría de los casos, es únicamente para agua (leé las instrucciones del fabricante para verificar que tipo de líquidos se pueden usar en la bolsa.) Evitá por completo lavarla con yodo o cloro. Otro tip para evitar el crecimiento de hongos es congelar la bolsa sin agua o bien si venís super cansado(a) o sin ganas de ponerte a lavar la bolsa. Nunca la congelés completamente llena, ya que el agua se va a expandir y podría reventar la bolsa.

Almacenamiento: Como regla, es super importante que no la guardés húmeda. Cuando la terminés de lavar enés que secarla bien y dejarla al aire para que se termine de secar. No la dejeé secar al sol ya que este puede ir dañando la bolsa. Una vez seca, no la guardés doblada ya que esto puede ir generando marcas, que con el paso del tiempo se pueden llegar a convertir en mini grietas. Una vez que le agarrés practica a la limpieza y al secado te vas a ir dando cuenta de que esto es clave para alargar la vida útil de tu bolsa de hidratación.